Seguridad en el taller Covid-19


La red Magneti Marelli Checkstar adopta una serie de medidas de prevención y seguridad con el objetivo de prestar sus servicios conforme a las disposiciones legales garantizando la máxima protección clientes y operarios.

Trabajar con seguridad - Respeto de las normas vigentes - El producto - Protección del cliente


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 publicaciones científicas - 1.000 experimentos clínicos - 100 proyectos para desarrollar una vacuna.

Desde que la epidemia del Covid-19 se extendió a principios de 2020 se ha hecho un gran esfuerzo global para identificar los nuevos tratamientos capaces de frenar la progresión. Pero a la espera que la emergencia sanitaria termine, adoptar un comportamiento responsable en la sociedad es aun el sistema más eficaz para evitar el contagio.

También es evidente que tras la flexibilización de las restricciones impuestas por el confinamiento, la necesidad de observar diligentemente las normas de prevención es aún mayor (llevar máscara en interiores y exteriores si es imposible mantener un adecuado distanciamiento entre personas, realizar una higiene de manos escrupulosa y evitar las reuniones), ya que una mayor libertad de movimiento de personas corresponde a una mayor probabilidad de propagación del virus.

En la red Magneti Marelli Checkstar, además de la profesionalidad, la pasión por el motor y la habitual atención al cliente que caracteriza a las personas que la integran, se adoptan una serie de medidas de prevención y seguridad que representan el requisito previo para la prestación de los servicio en cumplimiento de lo dispuesto en la ley, para la máxima garantía de protección del cliente y visitante (así como de su personal).

Estas medidas se refieren a las áreas de: formación / información del personal y vigilancia sanitaria relacionada, distanciamiento, equipos de protección personal, control de acceso, saneamiento e higiene.
En las siguientes imágenes, varios ejemplos.
 

Nuestros mecánicos trabajan de forma segura, utilizan guantes y máscaras protectoras reemplazadas varias veces al día. Son informados y formados por el responsable del taller (quien también realiza vigilancia sanitaria) sobre las correctas medidas anti-contagio y sobre el uso de EPI, para que se sigan periódicamente los comportamientos previstos para su propia protección y de los clientes. Por ejemplo, la desinfección de manos se realiza con frecuencia y con cualquier contacto con materiales, objetos y medios utilizados por otros.

En el taller se presta especial atención a la limpieza e higiene de los espacios de recepción y trabajo.

Tras la recepción de un vehículo, los empleados proceden a desinfectar el habitáculo. 
Se presta especial atención a las partes de contacto como los asientos, los paneles de las puertas, el volante, el interruptor de dirección, el tablero, los botones y mandos, la pantalla táctil, el espejo retrovisor, los cinturones de seguridad, la palanca de cambios, la palanca del freno de mano y las manecillas de puerta, sin olvidar la llave del vehículo. Algunos de estos elementos también se envuelven, para su protección, con materiales plásticos desechables durante la intervención. La operación de saneamiento se repite antes de la entrega del vehículo al cliente.

En las fotos: funda de asiento, funda de volante y funda de palanca de cambios en polietileno.
 

La higienización del habitáculo se puede realizar con diferentes soluciones, las más utilizadas son las que utilizan Ozono (un gas natural de gran poder oxidante) o con la nebulización de sustancias con propiedades germicidas generadas por aerosoles específicos o difusores controlados electrónicamente; el aerosol satura el ambiente llegando a todos los puntos, incluso los más difíciles, donde pueden asentarse los microorganismos patógenos.
Si la higienización se realiza con el coche encendido, al activar la recirculación del AA, su acción también se puede extender a los conductos de aire y al evaporador del aire acondicionado.
 

Entre los diversos inconvenientes que ocasionan las restricciones anti-contagio, el uso del automóvil también se ha restringido y podría tener repercusiones en la batería. En este caso, dependiendo del estado de carga y de la capacidad de arranque en la que se encuentre este elemento, el taller puede intervenir de diferentes formas: prestando asistencia en caso de que el motor no arranque (por ejemplo, mediante un arrancador de emergencia), realizando una recarga lenta para recuperar el rendimiento, o realizar una sustitución en caso de defectos (descarga profunda, interrupción o cortocircuito).

En las fotos: Desinfectante de ozono MX4000, batería de arranque AGM (sin ácido líquido), arranque de emergencia Hybrid Starter con super-condensadores (para más detalles ver las secciones de equipos y repuestos)
 

Respetar el distanciamiento también puede significar una redefinición de los espacios de trabajo o recepción, con adaptaciones en función de la especificidad de cada entorno.
Se puede recurrir al uso de señales horizontales o verticales y al uso de separadores físicos y barreras.
Las reglas de conducta a seguir se dan a conocer mediante carteles especiales, a los clientes, proveedores y terceros que pudieran acceder al taller. El taller pondrá a su disposición una solución de gel hidroalcohólico para lavarse las manos, en dispensadores convenientemente colocados.